Dr. Ruy Perez Tamayo

DESCANSE EN PAZ EL CIENTIFICO, AMIGO Y MAESTRO.

Una agradable conversacion en Ixtapa con el maestro y su amigo Dr. Lopez Corella ( El Chori, ) sera recordado siempre.

Arfilio

Ruy Pérez Tamayo.

Justamente ahora que me entero de su partida recordé que hoy hablaba sobre él y su enorme labor. Va a pasar mucho tiempo para tener otra figura de esta estatura. Lo conocí personalmente en 1978. Sin embargo, su nombre me era familiar dado que mi tío Juan llevaba sus artículos periodísticos a la casa para compartirlos con mi padre. Proyectaba una enorme inteligencia y poseía un gran pensamiento crítico. Perteneció a una especie que ya se extingue. La de los grandes médicos, pensadores y humanistas: Fernando Latapí, Ignacio Chávez, Fernando Césarman, Salvador Zubirán. Bastaba pasar una tarde con el platicando con un whisky y oyendo a los clásicos para darse cuenta de su complejidad como ser humano. Gran, enorme maestro. Ejercía la mejor de las influencias sin proponérselo y estaba desde entonces en otro nivel. Parecía haber leído todos los libros (que citaba con memoria prodigiosa) de medicina, patología, literatura en cualquiera de sus formas, historia y filosofía. Con el compartí y aprecié de mejor manera Cumbres borrascosas de Emily Bronte, Los pasos de López de Ibargüengoitia, Los periodistas de Vicente Leñero, Retiemble en su centro la tierra de Gonzalo Celorio, El evangelio según Jesucristo de Saramago (a quien Ruy admiraba muchísimo).
Guardo ciertas horas a su lado en las que me recibió en su casa de San Jerónimo como uno de mis tesoros más preciados. En efecto, nada de lo humano le era ajeno. Hablamos del concepto y fenómeno "amor" largamente en una ocasión -El amor es un árbol del cual todos pueden ver el follaje, pero muy pocos pueden conocer sus raíces- dijo, sin pontificar. Al caer la noche y antes de despedirme me pidió pusiera atención a una sinfonía de un autor impresionista. La escuché algunos momentos y me pregunto. - ¿qué te parece? - Era una música tristísima, de enorme melancolía. Este señor, (mencionó el autor) se la escribió a su novia que conoció a los15 años. Lo cual no dejo de sorprenderme y agregó… y la escribió cuando él cumplió 90 años de edad. Esa era su música 75 años después ante el recuerdo de aquel amor adolescente y ya ante la muerte. Solo Ruy podía tener esa grandeza conceptual, intelectual y emocional para transmitir.
Más de una vez me pregunté porque él que escribió tanto no escribió su autobiografía. Hay partes sin embargo en "La segunda vuelta", donde con gran elocuencia describe parte de su infancia, el México de aquellos años y las dificultades para emprender empresas culturales, científicas e intelectuales ya como especialista. La manera tan romántica en la que él y algunos médicos y estudiantes pudieron fundar la Unidad de Patología del Hospital General de México. Fue contra todos los pronósticos y así triunfó. La escuela mexicana de patología sería ya inexplicable sin su presencia. Él puso las bases de lo que ahora vemos crecer. Estamos en deuda. La segunda vuelta es un libro de lectura obligada para todos los que estamos en la patología en cualquiera de sus áreas. Su nivel intelectual está a la altura de don Daniel Cosío Villegas, Gabriel Zaid e incluso Octavio Paz si se considera su capacidad crítica y de análisis. El mejor homenaje que podemos hacerle ahora es leer sus libros. Fue un escritor profundo que podía resolver los pasajes más escabrosos y complicados con aparente naturalidad. Poseía la muy notable y super compleja sencillez de los grandes escritores. Nos quedamos con las ganas de leer algún cuento o novela de su autoría. Imaginación no le faltó. Sin embargo, ahí tenemos "El viejo alquimista", un cuento encantador para niños y adultos, muy bien logrado. Alguna vez me comento que de haber sido escritor hubiera deseado ser del tipo de Carlos Fuentes. Con todo respeto creo que ahí sí le faltó ambición. Ruy tenía para mucho más. No puedo lamentar su partida. Hombres como él se quedan con nosotros para siempre, trascienden su presencia física por su grandeza. Difícilmente en estos tiempos habrá otro como él. Hombre de grandes proyectos y gran ejecutante. Gracias maestro. Hasta entonces.

Me permito enviar 24 fotogrfias relacionadas con Ruy Pérez Tamayo